Todos
las utilizamos o hemos utilizado en mayor o menor medida, pero pocos
son los que conocen las ventajas que estas tienen no solo cuando las
usamos en los alimentos sino también en su uso cuando padecemos
alguna enfermedad. Las especias son consideradas a la vez condimentos
y plantas medicinales.
Se
podrían definir como partes de la planta que poseen sustancias
aromáticas, amargas o picantes. Se las añade secas o frescas a los
alimentos con el fin de mejorar su sabor y hacerlos más digeribles,
de esta forma la digestión se hace más sencilla. Con las especies
lo que se quiere también es estimular el apetito, haciendo los
platos más atractivos desde el punto de vista visual, esto se logra
mediante hierbas frescas que se añaden a las sopas, a las ensaladas
y a los guisos antes de servirlos.
Las
plantas medicinales y las especias se diferencian solamente en el
modo de aplicación. Hay muchas especias que son amargas pero también
otras que son aromáticas, de esta forma todo el mundo puede elegir
de la multitud existente aquellas que más se adaptan a su gusto,
sacando de ellas un buen provecho. Los condimentos más sanos son las
hierba culinarias frescas, si las utilizamos no solamente podemos dar
una nota especial a nuestros platos de verduras, sopas, y quesos
blandos sino que también estamos contribuyendo a nuestra salud.
UNA
BREVE HISTORIA
No
se sabe a ciencia cierta cuál es el origen del uso de las especias,
puesto que su uso es prácticamente tan antiguo como la humanidad,
posiblemente fueron utilizadas en épocas prehistóricas como
elemento de conservación o para ocultar los malos olores y sabores
que pudiera tener un alimento en mal estado. Lo que es evidente es
que la introducción de las especias y condimentos supone una
evolución del arte culinario a partir de ese simple asado o hervido
de los alimentos que sería la rudimentaria cocina prehistórica.
El
uso de las especias tal como lo conocemos hoy en día es el signo de
una civilización evolucionada, sin embargo, restos arqueológicos
prehistóricos (algunos de ellos encontrados en palafitos cercanos a
los lagos suizos) nos indican que nuestros ancestros buscaron en las
especias el modo de alegrar los monótonos sabores de las bayas y
frutos silvestres que recogían, en un intento de ir más allá de la
simple necesidad de aplacar el hambre. Parece ser que las primeras
especias fueron en realidad los condimentos, ya que tanto la sal como
las sustancias azucaradas eran dos de los elementos más codiciados
en la rudimentaria cocina prehistórica. Se tiene constancia que en
esas épocas se consumía sal, berros, ajos (posiblemente de una
variedad bastante diferente al actual), rábanos, hinojo, etc.
En
el paso del hombre recolector a la época agrícola, que se produce
en el neolítico, no sólo se cultivan las especies alimentarias,
sino también muchas hierbas aromáticas y especias, aunque en su
mayoría eran recolectadas de especies salvajes. El hombre cazador y
pescador necesita cada vez más de sustancias aromáticas que puedan
ocultar por un lado los malos olores debidos a una evidente
deficiencia en la conservación, así como para digerir aquellas
nuevas sustancias alimentarias mucho más pesadas que la primigenia
dieta de raíces, hojas y frutas. Sin embargo los primeros registros
más específicos del uso de las especias entre las civilizaciones
antiguas se remontan a los bajo relieves y jeroglíficos de la Gran
Pirámide de Gizeh, que nos muestra a los trabajadores que la
construyeron comiendo ajo y cebolla para proporcionarse fuerza
física.
La
historia de la humanidad ha ido paralela al uso de las especias, y
las grandes invasiones y migraciones han ido siempre acompañadas de
la implantación de los usos y costumbres de los recién llegados a
un lugar, especialmente cuando los recién llegados tomaban las
tierras por la fuerza. Así se han implantado muchas especias venidas
de Asia con las hordas de Atila, los romanos aplicaron las suyas, o
los españoles introdujeron el uso de especias europeas en los países
de Latinoamérica.
La
primera especia de la que se tiene registro histórico es la
alcaravea (Carum carvi),
y se calcula que ya se utilizaba en el año 3000 antes de Cristo. En
esta época antigua existe el recuerdo de la famosa ruta de las
especias que pasaba por la ciudad de Samarcanda, y que se dirigía a
través de los extensos desiertos asiáticos y por todo el oriente
medio.
En
todas estas civilizaciones las especias no eran usadas principalmente
por sus virtudes aromatizantes de los platos (la mayoría de ellas
tenían un precio carísimo), sino como plantas medicinales que,
añadidas a los alimentos, permitían curar numerosas enfermedades.
Un
hecho crucial es
sin duda el descubrimiento de América, que se recordará que estaba
destinado a buscar una ruta más corta a las indias y al extremo
oriente, sosteniendo la teoría retomada de los griegos de que la
tierra era redonda, y no plana. Los viajeros a América encontraron
especias como tipos de canela y de pimienta, los pimientos y la
vainilla, que causaron una verdadera sensación entre los
comerciantes españoles.
Es
a finales en siglo XIII cuando se produce entre famoso viaje de Marco
Polo hasta el reino de Gengis Khan siguiendo inversamente la ruta de
las especias. En los siglos XIV y XV los portugueses y los españoles
tratan de que tener un mayor protagonismo en el comercio de las
especias, en clara competencia con la declinación de la influencia
árabe. Es a partir del descubrimiento de América que en toda
Europa, con el crecimiento de la burguesía, empieza a haber una
mayor demanda de especias.
¿QUE
PARTES DE LA PLANTA SE USAN?
Las
especias se producen a partir de prácticamente cualquier parte de
la planta, ya que utilizamos raíces, tallos, cortezas, hojas,
flores, semillas, o partes específicas de ellas.
Tenemos
hojas tan famosas como la menta, el romero o el orégano; entre las
raíces podemos situar las raíces propiamente dichas, como por
ejemplo la cúrcuma, como las partes modificadas de ellas como los
bulbos del ajo o de la cebolla. El clavo de olor es ejemplo de
utilización de la flor, y a veces se utilizan partes específicas de
ellas como los estambres, en el caso del azafrán, posiblemente la
especia más valorada económicamente de todas las que se conocen. La
canela es la corteza de las ramas jóvenes. Los frutos se utilizan en
el caso de los pimientos, o la nuez moscada, en cuanto a las semillas
son numerosas, y muy especialmente entre las especias carminativas de
la familia de las umbelíferas, como el anís, el comino, o el
hinojo.
USO
DE LOS DISTINTOS CONDIMENTOS
AJEDREA
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Guisos, judías, sopas,
ensaladas de pepinos.
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AJENJO
|
Sopas de cebollas, guisos,
asados de carnes, pescados y aves.
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AJENUZ
|
Pescados, sopas, salsas,
frutos secos, bistec y carne picada.
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AJO
|
Sopas,
ensaladas, verduras y carnes.
|
ALBAHACA
|
Carnes,
sopas, col, guisantes y pescados.
|
ALCARAVEA
|
Patatas
cocidas, remolacha, queso, carnes grasas, atún y sopas.
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ANÏS
|
Pan, bizcochos, sopas,
macedonias de frutas, lombarda, compota de ciruelas y peras.
|
ARTEMISA
|
Sopas
de patatas, de cebollas, pucheros, cerdo y ganso.
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BORRAJA
|
Sopas
de patatas, ensaladas, col, berza y requesón.
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CANELA
|
Compotas
de frutas, vino caliente, platos dulces, bollería, arroz con
leche y asados de caza.
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CEBOLLA
|
Platos picantes, asados,
sopas, salsas, setas, patatas, pescados verduras y quesos blandos.
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CILANTRO
|
Cochinillo
asado, pucheros, compota de manzanas y pan de especias.
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CLAVO
|
Platos dulces y asados,
pescado, pollo, remolacha, salsas de setas y vino caliente.
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COMINO
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Coles.
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CUBEBA
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Poco utilizada pero muy
adecuada para los asados grasos y los pucheros.
|
ENEBRO
|
Asados
de verduras, asado de caza, lombarda y coles.
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ENELDO
|
Verduras,
sopas, pollo, trucha, anguila, patatas asadas y cocidas.
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HINOJO
|
Ensalada
de lechugas y de pepino, carpa, verduras, salsas y platos dulces.
|
H.BUENA
|
Verduras,
hortalizas, sopas, mayonesas, patatas, tortillas, pucheros y
ensaladas.
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JENJIBRE
|
Macedonias,
sopas, frutas escarchadas y en bebidas.
|
LAUREL
|
Caza, pescado, hervido,
sopas, escabeches, verduras, gambas, cangrejo, ragút, salsas y
pucheros.
|
LEVISTICO
|
Salsas,
sopas, todas las verduras, arroz, ragút y volatería.
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MEJORANA
|
Setas, asados de pato y de
ganso, pollo, verduras, ensaladas, hígado, salsas y albóndigas
de
hígado.
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NUEZ
MOSCADA
|
Sopas, salsas, pescado
asado, carne picada, puré de patatas, espinacas, empanadas,
ternera
aves, ragút y pastas.
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OREGANO
|
Salsas para ensaladas,
cordero, pucheros, spaghetti, pizza, pescado de mar, sopas, huevos
y verduras.
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PEREJIL
|
Carnes, sopas, salsas,
ensaladas, legumbres y pescado hervido.
|
PIMIENTA
|
Ternera, cerdo, carpa,
cordero asado, salsas, ensalada y legumbres.
|
PIMIENTO
|
Salsa de tomate, sopas de
tomates, salsas picantes de carne y ragút.
|
RABANO
|
Asados fríos, queso,
Especialmente con la ternera.
|
ROMERO
|
Sopas de verduras, asados,
pollo, salsas de hierbas, setas, patatas, aves, pescado, cordero,
huevos y ensalada.
|
SALVIA
|
Pescado de mar, hígado,
carne de oveja, caza, patés, ensaladas, queso y tomates.
|
TOMILLO
|
Asados, salsas, embutidos,
patatas, sopas de verduras, huevos, platos crudos, legumbres,
setas, tomates, ensaladas y carnes.
|
Para
finalizar vamos a ver qué condimentos son los más recomendables
según aquellos padecimientos que podamos tener:
ENFERMEDADES
Y CONDIMENTOS
Riñón
|
Albahaca y menta piperita.
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Hígado
|
Hinojo, tomillo, romero,
laurel, pimienta, anís y ajenjo.
|
Corazón
y Circulación
|
Albahaca, laurel, perejil,
romero, tomillo, anís, hinojo y jengibre.
|
Estómago
|
Clavo, ajo, cubeba,
jengibre, levístico, hierba-buena, milenrama, perejil, rábano y
salvia.
|
Diabetes
|
Ajedrea blanca, albahaca,
artemisa, cebolla, eneldo, romero (con mesura) y tomillo.
|
Prevenir
Cólicos y Flatulencias
|
Ajenuz, alcaravea,
cilantro, comino y tomillo.
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Dietas
sin Sal
|
Nuez
moscada, eneldo, hinojo, jengibre, hierba- buena, perejil, romero
y enebro.
|
Piel
|
Albahaca, borraja, enebro,
levístico, mejorana y hierba buena
|
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