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viernes, 11 de marzo de 2016

Cancer de Mama y Cancer de Próstata ¿Podría existir alguna causa que fuese común en ambos casos?



Antes de empezar vamos a ver un gráfico que nos podrá orientar sobre la situación del cáncer de mama y próstata en España.




 Después veremos que entendemos por Cáncer de Mama y Cáncer de Próstata.



VAMOS A REALIZAR UN PEQUEÑO RECORDATORIO SOBRE EL CÁNCER: 

El cáncer puede empezar casi en cualquier lugar del cuerpo humano, el cual está formado de trillones de células. Normalmente, las células humanas crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que el cuerpo las necesita, sin embargo, en el cáncer, este proceso ordenado se descontrola, siendo la existencia de esta proliferación anormal de células la que le confiere la característica de malignidad y su capacidad para invadir órganos y tejidos y diseminarse a distancia (3). En 2012, los cánceres disagnosticados con más frecuencia en el hombre fueron los de pulmón, próstata, colon y recto, estómago e hígado,por otro lado en la mujer fueron los de mama, colon y recto, pulmón, cuello uterino y estómago. Aproximadamente un 30% de las muertes por cáncer son debidas a cinco factores de riesgo conductuales y dietéticos: índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol (5).
 


CÁNCER DE MAMA

En opinión de la OMS el cáncer de mama es el cáncer más frecuente en las mujeres tanto en los países desarrollados como en aquellos que se encuentran en desarrollo, de hecho su incidencia está aumentando en el mundo desarrollado debido a la mayor esperanza de vida, el aumento de la urbanización y la adopción de modo de vida occidentales e incluso aspectos como la exposición prolongada de estrógenos endógenos, menopausia tardía, obesidad y falta de actividad física aunque como efecto protector encontramos la lactancia materna, las estrategias de prevención no pueden eliminar la mayoría de los casos que se dan en aquellos países de ingresos bajos y medios donde el diagnóstico del problema se hace en fases muy avanzadas, es por este motivo por lo que la detección precoz con vistas a mejorar el pronóstico y la supervivencia de casos sigue siendo la piedra angular del control en este tipo de enfermedad.

Las tasas de supervivencia varían mucho en todo el mundo, desde el 80% o más en América del Norte, Suecia y Japón, pasando por un 60% aproximadamente en los países de ingresos medios hasta cifras inferiores al 40% en los países de ingresos bajos (Coleman et al, 2008).

Las bajas tasas de supervivencia observadas en los países pueden explicarse principalmente por la falta de programas de detección precoz que hace que un alto porcentaje de mujeres acudan al médico con la enfermedad ya muy avanzada, pero también por la falta de servicios adecuados de diagnóstico y tratamiento.

Los factores reproductivos asociados a una exposición prolongada a estrógenos de origen endógeno como una menarquía precoz, una menopausia tardía y una edad madura cuando acontece el primer parto figuran entre los factores de riesgo más importantes, por otro lado las hormonas exógenas también conllevan un mayor riesgo, por lo que las usuarias de anticonceptivos orales y de tratamientos de sustitución hormonal tienen más riesgo que las mujeres que no usan esos productos, al parecer la lactancia tiene un efecto protector (IARC, 2008, Lacey et al, 2009)

Danaei y colaboradores (Danaei et al., 2005) concluyen que el 21% de todas las muertes por cáncer de mama registradas en el mundo son atribuibles al consumo de alcohol, el sobrepeso, la obesidad, y la falta de actividad física, esa proporción fue mayor en los países de ingresos altos (27%), y el factor más importante fue el sobrepeso y la obesidad. En los países de ingresos bajos y medios, la proporción de cánceres de mama atribuibles a esos factores de riesgo fue del 18%, y la falta de actividad física fue el factor determinante más importante (10%).

La diferente incidencia de este tipo de cáncer en los países desarrollados y los países en desarrollo puede explicarse en parte por los efectos de la alimentación, unidos a la mayor edad del primer embarazo, el menor número de partos y el acortamiento de la lactancia (Peto, 2001). La creciente adopción de modos de vidas occidentales en países de ingresos bajos y medios parece ser un determinante importante del incremento de la incidencia de este tipo de cáncer en esos países.


CÁNCER DE PRÓSTATA

Para entender el cáncer de próstata, resulta útil conocer algo sobre la próstata y las estructuras adyacentes en el cuerpo.

La próstata aumenta a partir de los 50 años y aparece con más frecuencia en hombres de raza negra que de raza blanca. Desde el punto de vista geográfico es más común en Norteamérica y en la región noroeste de Europa, Australia, y en las islas del Caribe y menos común en Asia, África, Centroamérica y Sudamérica, también representa una  gran Importancia el estilo de vida y el consumo elevado de carnes rojas y lácteos grasos además de la obesidad. Es una glándula que sólo tienen los hombres, y que se ubica justo debajo de la vejiga urinaria y delante del recto, su tamaño cambia con la edad y su crecimiento es rápido durante la pubertad, promovido por el aumento en hormonas masculinas (llamadas andrógenos) que hay en el cuerpo, como testosterona y dihidrotestosterona (DHT). Mientras las hormonas masculinas estén presentes, por lo general su tamaño permanece casi igual o crece lentamente en los adultos, en los hombres más jóvenes, la próstata es del tamaño aproximado de una nuez sin embargo, puede ser mucho más grande en hombres de más edad.

La función de la próstata consiste en producir cierta cantidad del líquido que protege y nutre a los espermatozoides presentes en el semen facilitando que este sea más líquido. En la próstata, hay varios tipos de células, pero casi todos los cánceres de próstata se originan de las células glandulares (las células que producen el líquido de la próstata que es agregado al semen).

Parece ser que todavía no están claras las causas del cáncer de próstata, pero los investigadores han encontrado varios factores que podrían afectar el riesgo de un hombre de padecer esta enfermedad. En muy pocas ocasiones suele desarrollarse en  hombres menores de 40 años, pero la probabilidad de padecer este tipo de cáncer aumenta rápidamente después de los 50 años, 6 de cada 10 casos se detectan en hombres mayores de 65 años. En cuanto a la raza/grupo étnico ocurre con más frecuencia en los hombres de raza negra y en hombres del Caribe con ascendencia africana que en los hombres de otras razas, de hecho los hombres de raza negra tienen más del doble de probabilidades de fallecer debido al cáncer de la próstata que los hombres de raza blanca, de todas formas las razones de estas diferencias raciales y étnicas no están claras.

Desde el punto de vista geográfico es más común en Norteamérica y en la región noroeste de Europa, Australia, y en las islas del Caribe y menos común en Asia, África, Centroamérica y Sudamérica. Las razones de esto no están claras sin embargo es posible que factores como las diferencias en el estilo de vida (alimentación, etc.) pudiesen guardar algún tipo de relación, por ejemplo, los hombres que comen muchas carnes rojas o productos lácteos altos en grasa parecen tener una probabilidad ligeramente mayor de desarrollar la enfermedad ya que también tienden a comer menos alimentos de origen vegetal como frutas, ensaladas y verduras. En lo que refiere a la obesidad La mayoría de los estudios no han encontrado que el estar obeso (peso excesivo) se encuentre asociado con un mayor riesgo, por otro lado algunos estudios han encontrado que los hombres obesos tienen un menor riesgo de una forma de la enfermedad de bajo grado (menos peligrosa), pero un mayor riesgo de uno más agresivo. Las razones de esto no están claras. Otras investigaciones han vinculado el fumar con un posible aumento pequeño en el riesgo de morir a causa de cáncer de próstata, aunque este hallazgo necesitará ser confirmado por otros estudios, incluso exposiciones en el lugar de trabajo como en el caso de los bomberos que se encuentran expuestos a productos tóxicos de la combustión podrían aumentar el nivel de riesgo (6).



PORCENTAJES DE CASOS EN AMBOS TIPOS DE CÁNCER

Para la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica) (datos 2012 y prevalencia a 5 años) el Cáncer de Mama y de Próstata son los dos primeros más frecuentes de España al menos en su informe del año 2014. En líneas generales por sexos, la mortalidad de Cáncer en España es mayor en hombres que mujeres.







Cáncer de Mama
Cáncer de Próstata
Incidencia
25215
27853
Mortalidad
6075
5481
Prevalencia -5 años
104210
102559



¿QUE VEMOS EN AMBOS GRÁFICOS?

En el primero vemos claramente como la incidencia de casos entre ambos tipos de cáncer es prácticamente la misma aunque el índice de mortalidad es algo mayor en las mujeres sin embargo, quizás, lo más preocupante sea el aumento de casos previstos del Carcinoma de Mama para el año 2017. 

Estos resultados me hacen pensar que debe haber un factor que sea común en ambos a pesar de tratarse de carcinomas y sexos diferentes, resulta extraño que los tres factores estudiados sean prácticamente iguales. Hemos visto que factores físicos en común como la falta de actividad física y la obesidad coinciden en ambos casos pero estos factores son muy comunes a otras tantas enfermedades como las cardiacas, digestivas, diabetes, etc..  

Si lo vemos desde el punto de vista funcional, las mamas podríamos relacionarlas con la feminidad y la maternidad, y en el hombre la próstata con la masculinidad y procreación, así que lo único que se me ocurre que pueda ser un factor en común en ambos sexos son "los hijos".

¿ Como nos afectan los hijos?, pues a través de las emociones y los sentimientos, y ¿ como estas emociones o sentimientos podrían estar relacionadas con nuestra hipótesis de estudio ?.


VAMOS A VERLO

Ciencias como la Psiconeuroinmunología (PNI) ofrece una perspectiva distinta sobre la interrelación de los sistemas nerviosos, endocrino y sistema inmunológico explicando los posibles medios por los que el comportamiento y las emociones pueden influir en la función inmune a consecuencia de la acción de citoquinas y hormonas que afectan al sistema endocrino y procesos neuronales que, a su vez, afectan al estado de ánimo, las emociones, la percepción personal y la respuesta inmune (Starkweater A, at ol 2005); esta idea sienta una base biológica sobre la importancia de la mente en su relación con la salud y la enfermedad (Zachariae R. at ol. 2009), lo que ha llevado a un aumento del interés por investigaciones y nuevas hipótesis (Salim S. ar ol. 2012).


A lo largo de la historia de la medicina en destacadas ocasiones se ha tenido la creencia de que el cáncer podría encontrarse relacionado con el temperamento o la angustia (Fife A. et al. 1996), en muy pocas ocasiones las interacciones entre factores psicológicos y biomédicos han sido estudiados; sin embargo, se han encontrado estudios en los que un bajo nivel de apoyo social junto a la represión de las emociones negativas son considerados como factores que favorecen la progresión del cáncer (Garssen B, at ol. 1999).

Una mayoría de mujeres diagnosticadas recientemente de cáncer de mama presentaban síntomas depresivos clínicos o graves, una supresión de emociones como la ira se asociaron con síntomas depresivos relacionados con los diagnósticos recientes de su enfermedad  (Li L, at ol. 2015).

Otros estudios establecen que las reacciones psicofisiológicas y psicosomáticas relacionadas con el estrés pueden desempeñar factores que favorezcan el desarrollo del cáncer de mama (Strójwas K, at ol. 2015).

La aparición de nuevas áreas de estudio como la Biociencia evidencia la relación entre la sociología y la biología favoreciendo la comprensión de la interrelación mente-cuerpo, alteraciones emocionales y de comportamiento que se ven favorecidas por situaciones de inflamaciones crónicas y estrés psicológico de larga duración ( Davies C, at ol. 2015).

Así que vamos a imaginarnos que este aspecto podría ser ese factor desencadenante que relacione ambas enfermedades, así que vamos a suponer como podría haber sucedido.


Cáncer de próstata:

Vamos a pensar que se trata de un hombre mayor de 50 años que en sus relaciones sexuales o intento por mantenerlas se encuentra con problemas que podrían estar relacionados con su pareja, una situación que cada vez se puede volver más irritable y que puede terminar llevándole a una situación de “resentimiento” o rencor hacia la misma, entre otras cosas por el sentimiento de masculinidad característico en el hombre, o bien puede, que también tenga algún problema con alguno de sus hijos, un problema por el que se siente decepcionado o culpable por no haber cubierto las expectativas que tenía previstas para él / ella.


Cáncer de mama:

Al igual que en el caso anterior supongamos que desde un aspecto emocional nos encontramos con una madre que tiene algún problema relacionado con algunos de sus hijos, por ejemplo, podría ser que se sintiera “resentida” en cierta medida porque alguno de estos no hubiese cubierto las perspectivas que tenía de alguno de ellos, una situación que al igual que en el caso anterior podría dar lugar a desarrollar un resentimiento hacia ese hijo/a. 


Reflexión:

Quizás en ambos casos se puedan dar los dos aspectos de sentimiento o resentimiento del que hemos hablado pero es posible que los hijos se encuentren más relacionados con las mujeres y el de masculinidad con los hombres.

En lo que se refiere a la masculinidad (en el caso de los hombres) o la feminidad (en la mujer) debemos tener en cuenta que la edad es un factor importante en ambos sexos  por lo que el respeto entre ambos ha de ser siempre un factor que nunca hay que olvidar.

En ambos casos “en caso de que sean ciertos o parecidos”, y en lo que se refiere a los hijos pienso que estos han de desarrollar su propia personalidad, un aspecto que deberían de mantener toda su vida especialmente para cuando ya no estemos allí para poder ayudarlos, nuestra obligación como padres es la de aconsejarles y apoyarles en todo aquello que podamos pero tanto su futuro como la última decisión “SIEMPRE” será de ellos, reconozco que no es nada fácil pero tenemos la obligación de intentarlo.


ALIMENTO QUE PUEDE AYUDAR

Buscando información he visto que existen varios estudios en los que se relaciona un alimento muy concreto tanto con el cáncer de Mama como con el de Próstata y son LAS NUECES. Estos estudios no han sido realizados con humanos pero al tratarse de un alimento natural que no plantea riesgo alguno podríamos probar a utilizarlo y comprobar los resultados, de hecho he comprobado como "al menos desde el punto de vista anti-inflamatorio" realmente funciona bajando en poco tiempo los valores del PSA de forma considerable (dos de ellas al día suelen ser más que suficientes).

Un estudio realizado por investigadores del Health Science Center de la Universidad de Texas (EE.UU.) y publicado en la revista Cancer Investigation, reveló que la incidencia y la progresión del cáncer de próstata fue menor en ratones que fueron alimentados con dos raciones diarias de nueces (60 gramos). 

Las nueces tienen un gran potencial en la prevención y  tratamiento del cáncer  en ratones.



Nos vemos. 








Algunas referencias bibliográficas:




3http://www.msssi.gob.es/ciudadanos/enfLesiones/enfNoTransmisibles/docs/situacionCancer.pdf





Davies C1, Redmond C1, Toole SO1, Coughlan B1. Has bioscience reconciled mind and body? J Clin Nurs. 2015 Sep 15. doi: 10.1111/jocn.12979. [Epub ahead of print]

Fife A1, Beasley PJ, Fertig DL. Psychoneuroimmunology and cancer: historical perspectives and current research. Adv Neuroimmunol. 1996;6(2):179-90.

Garssen B1, Goodkin K. On the role of immunological factors as mediators between psychosocial factors and cancer progression. Psychiatry Res. 1999 Jan 18;85(1):51-61.

Li L1, Yang Y2, He J3, Yi J4, Wang Y5, Zhang J6, Zhu X7,8. Emotional suppression and depressive symptoms in women newly diagnosed with early breast cancer. BMC Womens Health. 2015 Oct 24;15:91. doi: 10.1186/s12905-015-0254-6.

Strójwąs K1, Florkowski A2, Jeżowska-Smorąg I3, Gądek I2, Zboralski K4, Macander M5, Przybyszewska M6, Wierzbiński P7.  [Emotional and psychosomatic disorder among female patients undergoing breast cancer diagnosis]. Pol Merkur Lekarski. 2015 Nov;39(233):287-91.