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sábado, 4 de mayo de 2013

La Alergia


Es en esta época donde esta enfermedad destaca por encima de las demás, una enfermedad que en los últimos años ha presentado un importante aumento, por este motivo he pensado en abordar este tema con la intención de explicaros de una forma reducida y lo más fácil posible su mecanismo de funcionamiento.

Por lo tanto empezaremos por conocer ¿qué es la Alergia?.-


La alergia es definida como una susceptibilidad especial que se da en algunas personas,  en las que provoca una reacción de hipersensibilidad que puede ser considerada como una respuesta exagerada del sistema inmunológico al entrar en contacto con una o varias sustancias externas. Vemos que su aparición se recrudece en una época muy concreta “la primavera”, entre otras cosas porque uno de los alérgenos más frecuentes son los pólenes, unas células relacionadas con la reproducción de las plantas que presentan una gran actividad durante esta estación, sin embargo también la podemos encontrar en los alimentos, medicamentos, metales, etc.

Cuál es su mecanismo.-

Cuando los alérgenos (sustancias externas inocuas y que frecuentemente pueden ser polen, ácaros del polvo, animales domésticos, alimentos, hongos, medicamentos o picaduras de insectos) establecen contacto por primera vez con el cuerpo de una persona que está  predispuesta a padecer una alergia, se produce una serie de reacciones que facilitan la producción de anticuerpos específicos contra esa sustancia.
Este proceso se desarrolla en dos fases:

      a)     Una fase de sensibilización: Durante esta primera fase, la persona se pone en contacto por primera vez con los llamados alérgenos, que normalmente proceden de la ingestión de alimentos o de la inhalación. Una vez establecido este contacto con el organismo, el sistema inmunológico se activa dando lugar a la formación de anticuerpos (Ige) que reaccionan de una forma específica con el alérgeno que provocó la respuesta, (en esta primera fase de contacto, no aparecen síntomas alérgicos).

   b)  Una fase de reacción alérgica: Una vez que ya nos hemos sensibilizado, a través de las mucosas o de la piel volvemos a entrar en contacto con el alérgeno que nos había sensibilizado, provocando una reacción del sistema inmunológico a través de la liberación en grandes cantidades de sustancias como las histaminas, leucotrienos, prostaglandinas, etc.

En todo este proceso, el protagonista más importante es La histamina, un compuesto que se encuentra presente de forma natural en el organismo. Se trata de un potente vasodilatador que puede ser liberado en reacciones alérgicas. Está presente prácticamente en todos los tejidos corporales, incluso a nivel celular. También es un compuesto que se puede generar por la acción de las bacterias en algunos alimentos, especialmente en el pescado y que se conocen como aminas biógenas.

En general, las histaminas tienen cuatro funciones:

-          Incrementan la permeabilidad capilar, una acción que se debe a la contracción y separación de las      
       células endoteliales vasculares.

-    Producen una vasodilatación, debido a la acción sobre unos receptores de la histamina que se encuentran presentes en los vasos sanguíneos, dando lugar a una reducción de la resistencia vascular periférica y, por lo tanto a la presión sanguínea.

-   Aumentan la secreción gástrica de ácido clorhídrico, como consecuencia de la activación de los receptores H2 (se encuentran en numerosos órganos, su papel biológico no se encuentra todavía definido completamente) situados en la superficie de las células parietales gástricas.

-    Picor y dolor como consecuencia de la activación de los receptores H1 (su estímulo provoca la contracción del músculo liso en el intestino, bronquios y útero). Por el contrario produce una relajación de la musculatura lisa vascular, produciendo vasodilatación de las arteriolas pequeñas y esfínteres precapilares.

Cuáles son sus síntomas.-
Los síntomas pueden ser muy variados en cuanto a su localización, intensidad y gravedad, es decir podríamos clasificarlas como leves y graves. La mayoría de ellas presentan tan solo la molestia que causa el lagrimeo y picor en los ojos, además de algunos estornudos. Por el contrario en los casos graves (menos frecuentes afortunadamente) las reacciones alérgicas pueden poner en peligro la vida si se presenta una repentina dificultad respiratoria, seguido de un mal funcionamiento del corazón con un acusado descenso de la presión arterial que podría terminar en shock.


Lo más frecuente es que los síntomas sean leves. Podemos destacar los siguientes:
-          Picor en los ojos y la piel.
-          Estornudos o nariz que gotea.
-          Tos y picor en la garganta.
-          Pitidos en el pecho.

Cuáles son las causas desencadenantes de la alergia.-

Se parte de la teoría de que aproximadamente un 20% de la población es alérgica a alguna sustancia. Las perspectivas opinan que en los próximos 20 años, las alergias podrían formar parte de la vida de la mitad de los europeos y del 30% de la población española. Se piensa que este aumento podría estar relacionado con la falta del contacto directo que tienen los niños que viven en los países industrializados con una gran cantidad de múltiples microorganismos (virus y bacterias), por otro lado también se cree que una supuesta “protección” podría facilitar que el sistema inmunológico no se estimule lo suficiente y por lo tanto terminen favoreciendo que crezcan siendo más vulnerables ante los agentes externos. Sin embargo, también existe la opinión de que existe una predisposición hereditaria a las alergias, de lo que se deduce que un niño de padres alérgicos, más tarde o más temprano podría terminar desarrollando algún tipo de sensibilización.  
    
Realmente no se conoce como el organismo puede llegar a sensibilizarse frente a algunos determinados agentes químicos. El pensamiento más generalizado es que una parte nuestro organismo podría estar especialmente sensibilizado, o bien, que los distintos agentes implicados presenten un potencial alérgico importante gracias a las propiedades químicas que los componen o incluso, que su presencia en el ambiente sea muy superior a lo habitual, sin embargo no se habla mucho de que la histamina se degrada y metaboliza en el intestino delgado a través de la acción de la enzima DiAminoOxidasa(DAO) producida en condiciones normales por nuestro organismo, por lo tanto un aspecto a tener en cuenta debería ser también la necesidad de un buen funcionamiento intestinal, ya que en caso contrario este podría favorecer la acumulación de histaminas.

Parece que existe la posibilidad de que con una relativa frecuencia exista un bajo nivel de sensibilización, que posiblemente puede variar a lo largo de la vida, de tal forma que en un momento dado, de repente, comienzan a aparecer síntomas en relación con este problema.

Me gustaría explicaros a mi manera el mecanismo de este proceso.

Vamos a imaginar que tenemos un depósito de agua (nuestro organismo) donde por la parte superior va entrando agua (histaminas), este depósito se va llenando, pero en la parte inferior tenemos un grifo que vamos abriendo, de tal forma que impedimos que el depósito llegue a rebosar (primer síntoma de alergia, ese momento en el que de repente empiezan a aparecer los primeros síntomas). Algo parecido ocurre en nuestro organismo, las histaminas se encuentran estrechamente ligadas a las proteínas, si consumimos una elevada cantidad de estas, se generan una elevada cantidad de histaminas, si no son eliminadas en una proporción equivalente, puede llegar un momento en que se produzca una acumulación, pudiendo dar lugar a los síntomas iníciales que ya conocemos.

Otros de los aspectos que no se tiene en cuenta es el conductual.

Siempre que se habla de una enfermedad en cualquier medio científico tan solo se tienen en cuenta los aspectos físicos y bioquímicos del ser humano, pero en ningún estudio científico he encontrado la interrelación que desde mi punto de vista existe entre estos dos aspectos y la importancia que tiene nuestro cerebro en el control de nuestra vida física, bioquímica y emocional.  En base a la teoría de que toda enfermedad se encuentra directamente relacionada o condicionada a un tipo de conducta determinada, un paciente que presente un problema alérgico podría presentar la siguiente conducta:

Podemos encontrarnos con una persona que tiene un carácter más o menos fuerte, que en condiciones normales suele controlarlo, sin embargo, puede presentar la característica de que cuando ve algo que no admite, no acepta, o no puede solucionar, en vez de olvidarse del tema en cuestión y aceptar “esa realidad”, en ocasiones todo esto va a terminar desencadenándole una frustración.


Este tipo de problemas, posiblemente se encuentren relacionados con sentimientos o emociones muy vinculados con él (con frecuencia del círculo familiar), unos sentimientos ligados a una situación en los que por temor a las consecuencias que podría traer la resolución de ese posible conflicto, decide no resolverlo.

Este tipo de situaciones deberían de ser solucionadas, y aceptar libremente los hechos que como consecuencias de su resolución resulten de ellas, ya que si son mantenidas en el tiempo, entre otras cosas, podrían dar lugar a una falta de reconocimiento de nuestra capacidad intuitiva, lo que nos podría llevar a un problema de inseguridad y por lo tanto mermar nuestra habilidad para comprender no solo como es realmente la vida desde nuestro punto de vista, sino también como podríamos enfrentarnos a ella cuando tengamos que solucionar todas las situaciones que posiblemente se nos van a presentar.     

Para finalizar, vamos a ver ¿cómo podríamos intentar mejorar este problema y por lo tanto colaborar para su control?

El primer problema a solucionar sería establecer un buen funcionamiento de nuestro intestino delgado (ver el artículo del intestino delgado); en segundo lugar restringimos la vía de entrada, limitando la ingesta de proteínas (especialmente las de origen animal) o facilitando su metabolización; y en tercer lugar aumentaremos la capacidad de eliminación a través de la vía renal.

Veremos cómo lo hacemos con unas recomendaciones dietéticas:

-   En primer lugar acordaros del artículo del intestino delgado, habríaque empezar por seguir sus recomendaciones. Vamos a olvidarnos de las carnes, de la leche, lácteos, embutidos, y alcohol.

-       Llevaremos una dieta rica en legumbres, especialmente garbanzos (son importantes porque facilitan la eliminación de líquidos, pero solo se pueden comer con verduras). los vamos a introducir en la alimentación tres veces por semana (de esta forma vamos a abrir “aquel grifo del que hablamos” facilitando de esta forma que se vacíe el depósito), esta  eliminación se realizará a través del sistema renal. Se comerán con cebollas, zanahorias, pimiento verde y ajos. Como especias se utilizarán el Tomillo, culantro y curry.

-          Por último, Sería conveniente que las proteínas las introdujésemos a través de los pescados blancos, facilitando su metabolización con la incorporación de la piña. Por ejemplo, Rape, bacaladilla, besugo, pescadilla, congrio, mero, merluza, lubina, dorada, lenguado o gallo. Con verduras de la estación. De postre deberíamos comer piña natural. En cuanto a las especias podremos utilizar Culantro, curry y tomillo.

Como siempre, si queréis alguna explicación o aclaración de cómo llevar las recomendaciones dietéticas, no tenéis más que decirlo.

Nos vemos.