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jueves, 1 de junio de 2017

Eliminación de tóxicos en la mujer de edad avanzada


En una ponencia que presenté en uno de los Congresos a los que he asistido se pudo ver como cuando la mujer llega a cierta edad la eliminación de los tóxicos no los genera en la misma medida que en el hombre, por este motivo decidí realizar un estudio donde pudiese averiguar cual era el motivo de ese problema.


Este estudio intenta explicar porque motivo las mujeres a partir de cierta edad son más sensibles a la eliminación de tóxicos que los hombres. 




INTRODUCCIÓN

El organismo humano está constantemente intentando eliminar tóxicos externos como el plomo, benceno, aditivos, disolventes, contaminación del aire, agua, alimentos, pesticidas o herbicidas entre otros muchos más, teniendo una gran capacidad para desintoxicarse gracias a la capacidad de producción enzimática y eliminación que se produce a través de los sistemas de quelación y detoxificación hepática, sin embargo conforme avanza la edad (especialmente en las mujeres) la capacidad de eliminación de tóxicos va disminuyendo, lo que resultaría un verdadero problema en caso de una sobre exposición por el posible efecto acumulativo que se produciría. 


la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la implicación de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como cáncer de pulmón tras una exposición aguda/crónica a partículas finas de 2,5 micras, incluso en concentraciones que son un 50% inferiores a aquellas que son aceptadas como limites legales en muchos países desarrollados. 

Como una preocupación potencial para la salud de las mujeres se ha podido comprobar la existencia de compuestos tóxicos en productos para los labios en los que se han detectado concentaciones de plomo (Pb)(1);  incluso cantidades crecientes de consumo de etanol por semana, consumo de cigarrillos, uso de tinte para el cabello o incluso la exposición ocupacional a solventes orgánicos(2) presentan este tipo de riesgos, de hecho la relación con aquellas mujeres que trabajan en zonas de cultivo parece haberse detectado una asociación estadísticamente significativa por la exposición a los pesticidas. 


Casos como el Dióxido de Nitrógeno (NO2) (un gas libre de radical ubicuo) se ha asociado con efectos sobre la salud tanto de forma momentánea como crónicas, por lo que estaríamos hablando de un agente genotóxico(3). La combustión de gas licuado como en el caso del petróleo (GLP) puede causar la contaminación del aire con dioxido de azufre, dióxido de nitrógeno y partículas suspendidas totales e hidrocarburos(4). 

Se realizó una revisión sobre datos que fuesen relevantes y estuviesen relacionados con el comportamiento de los tóxicos en nuestro organismo y se encontraron estudios que relacionaban a estos con la estructura ósea y su posible interactuación con la Médula Ósea (MO). También se pudo ver como la fase gaseosa de los gases de escape en vehículos se encontraban relacionadas con la reabsorción en la reducción del hueso(5). 

Existen datos que evidencian que la exposición al humo de los cigarrillos reduce las células B en la actividad de la médula ósea(6). Otro estudio, débil pero estadisticamente significativo presenta una asociación inversa significativa entre los indicadores de contaminación del aire y la densidad çosea(7), incluso enfermedades inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica también la reducen15. Cuando la exposición es a partículas de menor tamaño como las PM2,5 se llega a producir un aumento de las células progenitoras hematopoyéticas. 


RESULTADOS DEL ESTUDIO

Los diferentes roles sociales hacen que las mujeres, hombres y niños debido a sus diferencias fisiológicas padezcan de forma diferente la exposición a los productos químicos tóxicos que solemos encontrar en nuestra vida cotidiana, hemos de tener en cuenta que factores biológicos como el tamaño, la fisiología, el sistema hormonal y las diferencias entre las enzimas de hombres y mujeres, y entre adultos y niños también influyen en la susceptibilidad de daños que pudiesen ocasionarse a la salud por la exposición a estos productos tóxicos, de hecho las mujeres debido a las diferencias de su fisiología en relación con sus ciclos reproductivos tienen generalmente una proporción mayor de grasa corporal, y por lo tanto más probabilidades de almacenar contaminantes medioambientales en sus tejidos, además del hígado, los riñones y el tejido óseo (8).  Muchos de sus hábitos colaboran en estos procesos de hecho muchas cremas de la cara que pretenden tener propiedades de aclarar la piel poseen ingredientes derivados del mercurio (9).

Las moléculas o iones tóxicos que se encuentran presentes en el medio ambiente pueden penetrar en el organismo a través de la piel, las mucosas, de las células epiteliales del tracto respiratorio o del gastrointestinal (10 - 11), es precisamente cuando cruzan esas membranas y alcanzan el torrente sanguíneo cuando se considera que el tóxico ha penetrado en el organismo, es entonces cuando la sangre lo transporta a los distintos órganos pudiendo llegar a ocasionar un daño permanente (12) facilitando de esta forma una mayor velocidad de absorción (13).

Su distribución en el organismo se clasifica principalmente según el grado de perfusión vascular en orden de mayor a menor, por ejemplo, órganos internos como el cerebro que representa tan solo el 12% del peso corporal total, reciben alrededor del 75% del volumen total de sangre, en cambio los tejidos conectivos y los huesos (15% del peso corporal total) reciben solo el 1% del volumen total de la sangre; en el tejido adiposo se acumulan tóxicos debido a su escasa vascularización y menor velocidad de biotransformación (10), en algunos casos, esta biotransformación favorece la producción de un metabolito que es más tóxico que el compuesto original, a este proceso se le denomina bioactivación, si estos metabolitos se acumulan y vencen las defensas del organismo podrían producir un daño que terminaría manifestándose en una respuesta tóxica (13); esta distribución va a depender del flujo sanguíneo y la velocidad de difusión en las interfaces sangre-tejido, que a su vez dependen del coeficiente de partición, la permeabilidad de la membrana y la afinidad del tejido por el compuesto (13).
        
En lo que se refiere al hueso, cuando los iones tóxicos acceden a él la superficie puede cubrirse con una nueva capa de mineral integrando de esta forma el tóxico a su estructura, este intercambio es un proceso reversible y depende de la concentración de iones, del PH y la cantidad de fluido, por ejemplo, un incremento del calcio en la dieta puede reducir el depósito de iones tóxicos en la retícula mineral (10).

En su regulación, determinadas hormonas como el caso de los estrógenos ejercen una función fundamental sobre el metabolismo y la homeostasis del tejido óseo, por lo que dependen de estos para mantener el equilibrio entre los procesos anabólicos y catabólicos que se producen en su interior, un incremento de estos niveles induce la formación de tejido mientras que una reducción de los mismos lleva asociada de igual forma su reducción (11), de hecho los estrógenos y la progesterona son inductores y represores de diferentes rutas enzimáticas, modificando además varios parámetros cinéticos (14).

La influencia del sexo se debe especialmente a la diferencia de materia grasa del cuerpo de las mujeres, un 15% más que el de los hombres, lo que las convierte en un bioacumulador químico de las sustancias liposolubles, por otro lado los productos que afectan el sistema nervioso central tienen facilitada su entrada por hormonas y neurotransmisores del propio cuerpo, entre ellos los estrógenos por lo que su cerebro se verá más afectado que el de los hombres ante la misma cantidad de exposición química, todo ello unido a la carencia de reservas de hierro de predominio femenino que por la menstruación en edad reproductiva las hace más vulnerable a minerales y químicos ambientales; las diferencias existentes de las condiciones de trabajo y la división de tareas hacen que las mujeres se encuentren más expuestas que los hombres a agentes químicos potencialmente tóxicos.
         
La ruta de eliminación de un tóxico absorbido depende de la ruta de entrada. En el pulmón que es la vía de entrada de los contaminantes ambientales el proceso de absorción/desorción se inicia de forma inmediata, llegándose a eliminar en condiciones normales y de forma parcial aquellos tóxicos generados con el aire espirado.
En cuanto al proceso de biotransformación y eliminación de los tóxicos mientras se encuentran retenidos en las células de diversos tejidos y órganos se encuentran expuestos a enzimas que pueden metabolizarlos, a parte, existen muchas otras vías para su eliminación que entre otras cosas dependerán de la ruta de entrada como pueden ser el aire expirado, la orina,  bilis, sudor, saliva, la leche procedente de las glándulas mamarias, el pelo e incluso, las uñas.
     
Otro factor a tener en cuenta es conocer el tiempo que tarda en ser eliminado del organismo, por ejemplo si un compuesto tiene una vida media de 24 horas y su concentración en un momento dado es de 40 mg/L, en un día bajaría la concentración a  20 mg/L, pero bajar esta concentración otros 20 mg/L aproximadamente requeriría de más de 6 días; la mayoría de los compuestos siguen una cinética de primer orden, pero no todos, por ejemplo en el alcohol etílico la velocidad de eliminación es independiente de la concentración y sólo es función de tiempo.


CONCLUSIÓN

Cuando se llega a la senectud sabemos que esta no llega sola, vemos que coexiste con diversas alteraciones metabólicas y diversas patologías, es decir podríamos encontrarnos con el uso de varios fármacos, posibles deficiencias nutricionales que a su vez podrían estar ocasionadas por diversas causas de origen emocional o fisiológicas,
elevados niveles de grasas por la probable merma enzimática, una posible mayor vida media de drogas en plasma facilitada por la más que probable destrucción de hueso frecuente en estas edades (osteoporosis); la posibilidad de padecer problemas renales que en cierto modo no facilitarían la eliminación de los posibles tóxicos acumulados, dada la contaminación ambiental existente en nuestras ciudades habría de tener en cuenta también la posibilidad de que a estas edades su respiración sea por la boca en vez de por la nariz por lo que la penetración de partículas podría verse facilitada por las mucosas de la boca, finalmente tendríamos que tener en cuenta el tamaño de las partículas inhaladas, ya que a menor tamaño podríamos encontrarnos con un mayor poder de penetración.

El efecto de la edad avanzada sobre la toxicidad se ha estudiado muy poco, los individuos en esta edad se consideran más susceptibles a ciertas sustancias, sin embargo se piensa que ello se debe a la disminución de la capacidad de detoxificación, al incremento de grasa y a la perdida de agua corporal. Los efectos de los tóxicos muestran un patrón circadiano que parece estar relacionado con el ciclo de la luz, de hecho aunque los cambios en toxicidad puedan encontrarse relacionados con el ciclo de luz, es muy probable que también se encuentren relacionados con otros hábitos como el de la alimentación que también siguen el mismo ciclo.

Ya que este estudio se desarrolla en personas mayores deberíamos de ver algunas características importantes que se dan en estas edades y como podrían influir tanto en la posible acumulación como eliminación de los tóxicos en general:

a)     La edad.-  A lo largo de su vida probablemente hayan pasado por exposiciones químicas anteriores y por lo tanto poseen mayores depósitos corporales de algunos xenobióticos incluso también por el deterioro preexistente de la función de los órganos diana y/o de las enzimas pertinentes lo que hace que su velocidad de detoxificación y eliminación sea más baja; de esta forma, podríamos encontrarnos con una menor capacidad de reserva lo que produciría una mayor susceptibilidad a exposiciones posteriores, por ejemplo, las enzimas del citocromo P450 podrían ver reducida su actividad debido a la influencia de factores presentes a lo largo de su vida como hábitos de alimentación, de fumar, alcohol, fármacos o exposiciones a xenobióticos ambientales.

b)     El sexo.- Parece ser que en general los hombres son más susceptibles a las toxinas renales, y las mujeres a las toxinas hepáticas; la causa en relación a la mujer podría estar relacionada con una gran variedad de procesos fisiológicos como por ejemplo las hemorragias menstruales o en la leche materna transfiriéndolas al feto, actividades enzimáticas, mecanismos de reparación genética, factores hormonales o los depósitos de grasa que en la mujer son relativamente mayores lo que conllevaría una mayor acumulación de algunos tóxicos ricos en lípidos.

c)   La alimentación.- A estas edades normalmente viven solos y podrían presentar deficiencias nutricionales, una nutrición adecuada es esencial para que el sistema de detoxificación funcione correctamente y pueda contribuir a mantener un buen estado de salud. La ingestión de proteínas es fundamental especialmente de aminoácidos que contengan azufre necesarios para aportar la glicina y el glutatión, la biosintetización de diversas enzimas detoxificantes, vitaminas como la E y A, la cantidad de alimentación ingerida, el aporte de los lípidos especialmente los fosfolípidos, y los hidratos de carbono que aportan la energía necesaria para el proceso de detoxificación que junto al ácido glucurónico facilitaría la conjugación de sustancias tóxicas y sus metabolitos, incluso la dieta también podría ser una fuente de exposición individual a diversas sustancias tóxicas como el plomo, mercurio o arsénico entre otros.


d)     Hábito de fumar.-   El hábito de fumar puede influir en la susceptibilidad individual a muchas sustancias químicas tóxicas debido a la posible interacción con los distintos compuestos que se encuentran en el humo del cigarrillo (hidrocarburos aromáticos policíclicos, monóxido de carbono, benceno, acroleína o nicotina). Algunos componentes del humo de los cigarrillos pueden inducir a algunas enzimas del citocromo P450 mientras que otros pueden reducir su actividad, con lo que se pueden ver afectadas las diversas rutas de biotransformación habituales de otros muchos tóxicos como los disolventes orgánicos y algunos fármacos, su consumo intenso a lo largo de un periodo de tiempo prolongado podría reducir considerablemente los mecanismos de defensa y de reserva.

e)     Influencia del Alcohol.-  Afortunadamente no se trata de un hábito muy extendido en la mujer y menos aún en estas edades pero no por ello menos importante. Su consumo puede influir de diversas maneras ya que podría intervenir en la velocidad de absorción y en la distribución de determinadas sustancias en el cuerpo, como por ejemplo incrementando la velocidad de absorción del plomo, también puede influir en la susceptibilidad a ciertas sustancias modificando temporalmente el PH tisular e incrementando el potencial redox derivado del metabolismo del etanol, otra razón habitual de estos cambios es que muchas sustancias tóxicas como por ejemplo diversos disolventes orgánicos comparten la misma ruta de biotransformación, la de las enzimas del citocromo P450 .

f)   Influencia de los Fármacos.- Este puede que sea quizás uno de los puntos más importantes ya que a estas edades suelen padecer distintas patologías y por lo tanto encontrarse tomando varios medicamentos. 
Su uso frecuente podría influir en la susceptibilidad a sustancias químicas tóxicas sobre todo porque muchos de ellos se unen a proteínas séricas influyendo de esta forma en el transporte, un proceso que podría verse facilitado por la distribución o velocidad de excreción a diversas sustancias llegando incluso a disminuir la actividad de enzimas como el citocromo P450, el motivo podría ser consecuencia de que en muchas de estas sustancias la ruta de biotransformación es la misma como en el caso del aumento de la excreción urinaria del ácido tricloroacético cuando se toman salicilatos, sulfonamidas o fenilbutazonas, o el aumento de la hepato y nefrotoxicidad del tetracloruro de carbono cuando se toma fenobarbital; deberíamos tener en cuenta también que algunos fármacos podrían contener cantidadades considerables de alguna sustancia química potencialmente tóxica como el caso de los antiácidos que suelen contener aluminio.

Hemos visto como la edad avanzada en general especialmente en las mujeres las hace más susceptible a los tóxicos ya que esta parece ser más sensible debido a su fisiología. Deberíamos tener en cuenta que a lo largo de su vida su organismo ha ido acumulando tóxicos y que por su edad el proceso de detoxificación se encuentra mermado de tal forma que la velocidad de eliminación de tóxicos es baja, por todo ello en el caso hipotético de una sobreexposición su organismo podría ser incapaz de funcionar a una velocidad “normal” por lo que se produciría un proceso de acumulación que no podría controlar y que podría desencadenar posteriormente alguna enfermedad que a su vez podría estar relacionada con alguno de los contaminantes conocidos.  

RECOMENDACIONES
         Debería existir la obligación de intentar mejorar la calidad de vida en estas edades mediante un control más global de estas personas por lo que se debería reducir en lo posible el número de fármacos que toman (si ello es posible), incrementar su capacidad enzimática facilitando el metabolismo de las proteínas (en estas edades suele encontrarse mermada), favorecer una dieta rica en fibra, introducir alimentos que favorezcan la quelación como el cilantro, incluso el grupo de las crucíferas donde encontramos entre otras la coliflor, la col y las coles de Bruselas cuya función principal es ayudar en la producción de enzimas detoxificadoras del grupo II gracias a que son activadas por el sulforafano, un compuesto químico que es liberado por las bacterias del colon que neutralizan, inactivan y eliminan las sustancias tóxicas al igual que el vinagre de manzana que posee EDTA un quelante de origen natural.


Algunas de las bibliografías utilizadas

1. Zhao D1, Li J1, Li C1, Juhasz AL2, Scheckel KG3, Luo J1, Li HB1, Ma LQ1, Lead Relative Bioavailability in Lip Products and Their Potential Health Risk to Women. Environ Sci Technol. 2016 Jun 7;50(11):6036-43. doi: 10.1021/acs.est.6b01425. Epub 2016 May 26. 

2. Ido M1, Nagata C, Kawakami N, Shimizu H, Yoshida Y, Nomura T, Mizoguchi H. A case-control study of myelodysplastic syndromes among Japanese men and women. Leuk Res. 1996 Sep;20(9):727-31. 

3. Han M1, Guo Z, Li G, Sang N Nitrogen dioxide inhalation induces genotoxicity in rats. Chemosphere. 2013 Mar;90(11):2737-42. doi: 10.1016/j.chemosphere.2012.11.057. Epub 2013 Jan 16. 

4. Gao ZX1, Tang MD, Yi YZ. [Preliminary study on health effects in the residents exposed to liquefied petroleum gas]. Zhonghua Yu Fang Yi Xue Za Zhi. 1994 May;28(3):154-7. 

5. Watanabe N1, Nakamura T. Inhalation of diesel engine exhaust increases bone mineral concentrations in growing rats. Arch Environ Contam Toxicol. 1996 Mar;30(3):407-11. 

6. Fusby JS1, Kassmeier MD, Palmer VL, Perry GA, Anderson DK, Hackfort BT, Alvarez GK, Cullen DM, Akhter MP, Swanson PC. Cigarette smoke-induced effects on bone marrow B-cell subsets and CD4+:CD8+ T-cell ratios are reversed by smoking cessation: influence of bone mass on immune cell response to and recovery from smoke exposure. Inhal Toxicol. 2010 Aug;22(9):785-96. doi: 10.3109/08958378.2010.483258. 

7. Alvaer K1, Meyer HE, Falch JA, Nafstad P, Søgaard AJ. Outdoor air pollution and bone mineral density in elderly men - the Oslo Health Study. Osteoporos Int. 2007 Dec;18(12):1669-74. Epub 2007 Jul 10. 

8. Tóxicodinámica – TOXICOLOGIA AMBIENTAL – University of Arizona http://toxamb.pharmacy.arizona.edu/c2-3-1.html

9. Chemicals and Gender. Energy & Environment Practice. Gender Mainstreaming Guidance Series Chemicals Management. http://www.undp.org/content/dam/aplaws/publication/en/publications/environment-energy/www-ee-library/chemicals-management/chemicals-and-gender/2011%20Chemical&Gender.pdf

10. Toxicología. Ellen K Silbergeld. Enciclopedia de Salud y Seguridad en el trabajo. http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/TextosOnline/EnciclopediaOIT/tomo1/33.pdf

11. Alteración de la mineralización del hueso debida a la exposición de contaminantes (Organoclorados y metales pesados). Universidad de Granada, Facultad de Ciencias, Departamento de Mireralogía y Petrología. (24)http://hera.ugr.es/tesisugr/17659097.pdf


13. Tóxicodinámica – TOXICOLOGIA AMBIENTAL – University of Arizona http://toxamb.pharmacy.arizona.edu/c2-3-1.html



Como siempre si queréis alguna aclaración o ampliación no tenéis mas que decirlo. 

Nos vemos.